ESPACIOS DEL ESTAR

Casa como cobijo, casa como protección, casa como espacio del "estar", casa como contenedor del vivir, del sentir y el recordar, casa como construcción simbólica, donde las relaciones se forjan, la experiencia se construye, y la vida se esculpe. El concepto siempre ha estado vinculado al hombre, desde que éste ha atado sus raíces a los posos estables del sedentarismo, abandonando la vida a la deriva que tan presente estaba en los pasos errantes de Abel, recordando las palabras de Francesco Careri. Nuestra casa es una representación de nosotros mismos, desvela y oculta las esencias de nuestra personalidad, y se construye partiendo de esa necesidad de fijar. La casa es inherente al hombre, se nutre de lo vivido por el habitante de la urbe, se apropia de la ciudad, y a la vez se vuelve íntima, registrando las pequeñas melodías de lo cotidiano, lo doméstico, siendo a un mismo tiempo contenedor de silencios, nostalgias, dudas y frustraciones ; nos aporta seguridad, como fuente de ansiado sosiego, como construcción estable, en contraposición con la itinerancia de la vida urbanita de la posmodernidad. Cumple la función trascendental de hacer presente la ausencia y, para ello, lo estático ha sido adoptado como el recurso de ubicación atemporal que alberga el cuerpo inquieto del sujeto actual. Pero en los tiempos del hoy, donde el hombre vive de la mano de la movilidad, la casa trasciende sus propios límites, dibuja y deconstruye sus propias fronteras, erige sus paredes sobre los espacios nómadas de la ciudad, y recoge y vuelca su arsenal de memorias allá donde el individuo se encuentre, allá donde el hombre se acomode, en su recién fraguado espacio simbólico al que llamará su casa.

Intento retratar diversos ecos de esta casa posmoderna, que juguetea con los límites, que penetra en el sujeto habitante, que se dibuja en lugares urbanos, que se manifiesta desde lo etéreo y lo escurridizo, a la par que se mantiene como símbolo de estabilidad, fruto de la ciudad sedentaria, nacida de manos de Caín. Trato de moldear varias perspectivas de esta suerte de ideas contradictorias que se hacen tangibles en la casa contemporánea.

TEXTO E ILUSTRACIÓN

por PAULA CABALEIRO